¿Sientes que la tensión muscular y las contracturas permanentes te dejan agobiantemente rígida y sin libertad de movimiento?
Si estas en esta situación, sé de primera mano cómo te sientes.
La tensión muscular se hizo crónica en mi cuerpo durante mucho tiempo, provocándome múltiples contracturas diarias que no me dejaban ni levantarme de la cama (literalmente). Lo recuerdo aún con sabor amargo pues fue una etapa que pasé al borde de la desesperación.
En mi caso particular, la causa evidente fue mi estado emocional.
La tensión que tenía en mi mente la somaticé en contracturas musculares de manera crónica.
Básicamente lo que duró la tensión mental duró la tensión corporal, estaba directamente relacionado. Muerto el perro se acabó la rabia.
No siempre es necesario sufrir una patología emocional grave para tener tensión, simplemente la vida acelerada que llevamos y el estrés en mayor o menor magnitud provoca que descuidemos el correcto equilibrio del sistema muscular, fascial, nervioso, visceral y acabe provocándonos problemas con el paso del tiempo.
Al estar en tensión constante nuestro cuerpo se vuelve rígido afectando a la movilidad completa de la columna y del cuerpo entero. Esta tensión a la larga hace que adquiramos malo hábitos posturales y como consecuencia un desastroso desequilibrio corporal.
El yoga, como cuento en Cinco técnicas del yoga para combatir el estrés, es una práctica infalible para reducir los niveles de estrés y, por tanto, eliminar la tensión provocada por éste. Si no hay estrés no hay tensión mental y, por consiguiente, no hay tensión corporal.
No obstante, las contracturas musculares no siempre son causadas por estrés o ansiedad.
La Fisioterapeuta Joana Díaz Lartategui enumera diversas causas en un artículo publicado en el portal Fisioterapia-online.com
La contractura muscular puede aparecer por varias causas, como son:
- Al exigirle un esfuerzo superior al que es capaz de soportar, ya sea en un momento puntual o por esfuerzos repetitivos, generamos en el músculo una fatiga.
- Cuando el músculo está debilitado y no tiene la fuerza necesaria para realizar la actividad que vayamos a realizar.
- A consecuencia del sedentarismo, los músculos no están en las mejores condiciones por lo que son más susceptibles de sufrir contracturas musculares ante un pequeño esfuerzo.
- También por posturas repetitivas, forzadas y mantenidas por largo tiempo; por ejemplo, sujetar el teléfono con la oreja y el hombro, estudiar con la cabeza muy agachada, estar mirando el móvil todo el día puede desencadenar una contractura muscular.
- Por estiramiento brusco de un grupo muscular: el músculo como defensa para evitar una rotura de sus fibras se contrae.
- El frío puede provocar una contracción defensiva que, mantenida en el tiempo, puede producir una contractura.
- Mala alimentación e hidratación, que a la larga puede producir un acúmulo de toxinas y un mal funcionamiento de ciertos órganos como hígado y riñón.
Sea cual sea la causa,
El yoga mejora y mantiene la elasticidad de los tejidos, relaja la musculatura superficial y profunda y todo el cuerpo se beneficia cuando se disuelven las contracturas musculares.
Además, te invito a que leas este artículo de Julia Zatta, experta en anatomía aplicada al Yoga, en el que explica de manera muy amena qué es la fascia y la importancia de practicar Yoga para mantenerla elástica y saludable y disolver las tensiones acumuladas.
Otro aspecto esencial del yoga que es eminentemente eficaz para la tensión y rigidez muscular es la respiración con sus diferentes técnicas o pranayamas, dado que tiene un efecto directo en el control de nuestra mente y emociones y, como consecuencia, en la relajación muscular.
EL yoga te ayuda a mejorar en cuanto a tu conciencia corporal y hace que se equilibren y vuelvan a trabajar todas las partes de tu cuerpo de forma correcta.
Yo ahora soy mucho más consciente de mi cuerpo, de cuando esta rígido y tenso, cuando aprieto las mandíbulas, cuando estoy encogida o cuando adopto una mala postura. Porque claro que me sigue pasando, aunque para ser honesta, muy ocasionalmente. Pero el hecho de tener plena consciencia hace que tome medidas de forma casi inmediata. Me centro en la respiración y en tener mi cuerpo relajado, entonces lo que pudo desembocar en una contractura se queda simplemente en una ligera tensión pasajera, sin más.